4.11.09

Siempre fue un amor anunciado...

Estoy completamente maravillado por la obra de Cerati, en realidad de Bocanada más que nada, que me lo he fumado de atrás para adelante, de izquierda a derecha y de todas formas posible...

"Me cuelgo la guitarra
vuelo y voy a verte...
(A mi me es fácil olvidar)"

"Por ti,
lo hice por ti...
Por ti,
tuve el valor..."

"Frente al ventanal
nos pusimos a jugar
a decirnos la verdad
que mas engaña
saber..."

"Distante placer, de una mirada
Frente a otra esfumándose..."

"Si algo callé
es porque entendí todo
menos la distancia."

"Fluir sin un fin más que fluir"

"Se que estoy falto de fe
Podras salvarme también..."

"Y si te abrazo es para sentir...
Que a nuestro amor
nunca podrán
sacarlo de raíz..."

"Por calles con luz de patio
colmaré tus anhelos."

Todo por rescatar de este hermoso disco, disco para amar.

3 comentarios:

valeria dijo...

Disco que conocí gracias a vos. Disco para amar, tal cual lo describiste, y no hay nada que agregar.

valeria dijo...

Señor narcisista, gracias por compartir su narcisismo conmigo :) La felicidad permanece intacta, estoy emocionada como en el recital cuando te decía a cada rato: "no dormí en dos días y tengo pilas para más todavía"...y el Flaco seguía...y eso no terminaba ahí...y eso no terminó ahí...y el recital sigue sonando en mi alma, ¡Que emocion! GRACIAS POR SER.

valeria dijo...

“—Yo no me sé expresar —dijo la Maga secando la cucharita con un trapo nada limpio—. A lo mejor otras podrían explicarlo mejor pero yo siempre he sido igual, es mucho más fácil hablar de las cosas tristes que de las alegres.

—Una ley —dijo Gregorovius—. Perfecto enunciado, verdad profunda. Llevado al plano de la astucia literaria se resuelve en aquello que de los buenos sentimientos nace la mala literatura, y otras cosas por el estilo. La felicidad no se explica, Lucía, probablemente porque es el momento más logrado del velo de Maya.

La Maga lo miró, perpleja. Gregorovius suspiró.

—El velo de Maya —repitió—. Pero no mezclemos las cosas. Usted ha visto muy bien que la desgracia es, digamos, más tangible, quizá porque de ella nace el desdoblamiento en objeto y sujeto. Por eso se fija tanto en el recuerdo, por eso se pueden contar tan bien las catástrofes.”

Rayuela.


Mi frase se refería más que nada a las obras artísticas. Me gustaría saber qué libro que transmita felicidad o alegría es más sublime que las tragedias de Shakespeare, más complejo que el pensamiento nietzscheano, más bello que la nostalgia de Benedetti, la melancolía borgeana o los desamores de Cortázar. Me gustaría saber que música feliz lograra estremecerme más que Pink Floyd, qué canciones alegres pudieran expresarme más que las escritas por Nick Drake, qué tipo de melodía amena lograra hacerme palpitar de la emoción hasta estallar en lágrimas como lo consigue Sigur Rós, los solos de piano de Yann Tiersen, los placeres oscuros de Jim Morrison, la insatisfacción y el vacío de Kurt Cobain, la voz nostálgica del Flaco, el deseo insaciable de Cerati, la oscuridad del Indio, la locura autodestructiva de Charly, las escaleras al cielo de Robert Plant, la guitarra nostálgica de While my guitar gently weeps, la mezcla lacrimógina de la combinación entre un piano y un violín marchando in crescendo. Me gustaría saber que pintura feliz pudiera hacerme sentir lo que siento al contemplar un Guernica, que tipo de alegría pudiera compararse con el vacío de El Grito de Munch...

Pues a mi no me gustan las leyes universales, pero creo que esta vez la Maga y Gregorovius tienen razón.