2.9.08

Día 1.

Ayer toqué fondo, de la única forma que puedo tocar fondo... No es ni más ni menos que quedar en ridículo frente a mi mismo y sentirme avergonzado, cosa poco común en mí.
Creo, sinceramente, que la libertad es una mezcla de entropía máxima y un conocimiento avanzado pero no avasallante del camino. Digamos, es saberse en cierta posición, saber que el lugar para el cual avancemos ofrece las mismas posibilidades que cualquier otro y no encontrarnos atados a la ignorancia.
Ayer me encontré así, como Tarzán, frente a lo que Bárbara me dijo. Ella cree que a mi no me afecta lo que dice, ella cree que todo lo que me dice es para que yo me convenza más de lo que creo. Hazte la fama y échate a dormir Guido. De todas formas, las fisuras son más que evidentes.
En esa vorágine de nada, decidí comenzar con este blog, ver mi evolución, poder revivir lo que me sucedió y, aparte reírme y descargarme un rato. Una gran idea que me aportó Valeria (¡Óh! ¡Pequeño gran amor!) y que usaré de un modo más o menos similar al que lo utiliza ella.
Lo que ya me enseñó este primer post son tres cosas:
1) La necesidad de seguir conociéndome y comprenderme.
2) La necesidad de comprobar que algunas cosas jamás voy a entender sobre mí mismo.
3) La confianza de poder crecer y la seguridad de entenderme.
Veremos que sale de todo esto, y cuánto dura.

Nota hacia mi mismo en tercera persona:
Guido: Recordá los puntos a tratar;
a) Sentimientos y objetivos efímeros.
b) Falta de voluntad.
c) Confianza excesiva y falta de ella.
d) Cambios de humor exagerados.
e) Necesidad de amar.

No hay comentarios.: