Día 3. (Obligación vs. Inspiración.)

¿El amor es así? ¿El enfermo soy yo? Me encanta Valeria. No me contesta un solo mensaje, no me atiende los llamados... Cada vez creo más que no le gusto, no puede ser que no vea el celular. No lo tiene roto tampoco porque no me marca como apagado ni nada por el estilo. En fin, todos estos contratiempos no hacen más que atraerme más y más. No deseo ni un beso, ni una vida a su lado, ni una tarde con ella ni que me diga que me quiere mucho... Tan solo una señal de vida.
Tengo miedo de cansarme de esta situación y de alejarla finalmente de mi. Bueno, vamos a ser serios... Alejarme yo de ella, porque a fin de cuentas, si bien se alimentan mis deseos de ella también se alimenta el hastío. Yo me conozco, nunca los problemas me jugaron muy en contra. Cuánto más difíciles, más divertido porque tengo una oportunidad para demostrarme que puedo resolverlos mas cuando de mi no dependen y no hay solución alguna, paso al costado y a seguir caminando ya que escapa a mis posibilidades. Antes quizás trataba por todos los medios de convencer a la persona, persuadirla, manipularla, pero me he dado cuenta de que eso ya no tiene sentido porque, en el caso de una mujer, no es más que estar con un invento de mi mismo y así no hay amor que valga.
Pensaba ir a Rosario pero la semana pasada no supe nada de ella, más de una semana sin noticias, esta semana ya van cuatro días y no me parece que sea justo después de todo lo que dijo. Puedo entender que tenga una vida ocupada con miles de asuntos que atender, pero aún así creo que si soy lo que dijo que soy, merezco algo de atención.
Es más, pensándolo bien, creo que debería de enojarme, aunque no llegue a nada, creo que sería justo conmigo mismo al menos. A fin de cuentas no estoy más que arrastrándome por ella... Es cierto, si me brindase la atención que me gustaría, ya me hubiese aburrido de ella. ¡Qué dilema!
¿Cómo proceder? Creo que lo mejor es dejar cerrada la caja de los recuerdos y que sea ella quién la abra. Creo que ya no vale la pena seguir intentando porque en todo aspecto será negativo. Seguramente a ella comience a cansarla y yo gasto crédito de forma carente de sentido... Aparte de que me preocupo y me entristezco vanamente. No es que esté todo mal con ella ni mucho menos, la quiero y aprecio como siempre. No tiene más que mirarme para que todo tenga la misma magia de siempre, pero es una magia por la cual no voy a actuar, y quiero que quede claro, tampoco esperar. No buscaré en sus diarios ni revisaré los mios todo el tiempo en busca de una nota en el margen, la ansiedad no será una característica. Mi vida tampoco va a detenerse por eso. Es obvio que puede hacer que mi vida vuelva atrás y deshaga todas mis palabras pero aún así el tiempo puede jugarnos una mala pasada. Conmigo ya lo hizo.
Perdón por no esperarte y perdón por tratar de ser justo, pero ya no seré yo quién busque. Solo tendrás que buscarme, yo allí estaré pero no gritaré tu nombre si te veo en alguna esquina...