Carta a Valeria del 8.9.2008

"Amanece Guido que aún es temprano.

Siempre me preguntaré por qué a veces me comporto de manera tan contraria a mi mismo. Y esto va por partida doble. Puede verse el yo como aquel arrebato de locura e impulsividad o verse mi aplomo y entusiasmo cotidiano. Creo que ambas son igual de reales. Vuelvo a ser el de antes, dual.
Y también lo sos vos. Siempre me queda el sabor amargo al leerte...
Porque al leerte siempre me sucede lo mismo, siempre lo mismo. Comienzo a leerte creído de que soy yo quién te inspira y la duda, la gran duda me queda luego del punto final... Siempre hay algo que me hace creer que en realidad no fui yo quien te inspiró...
Por otra parte, al leerte siempre me sucede lo mismo, siempre lo mismo. Comienzo a leerte creído de que no soy yo quién te inspira y la duda, la gran duda me queda luego del punto final... Siempre hay algo que me hace creer que en realidad fui yo quien te inspiró...
Ni vanidad ni egocentrismo. Eso se llama esperanza. La esperanza de acabar con este sufrimiento poniéndole punto final a todo esto, o la confesión sin ningún tapujo.
La primera opción la deseo pero en seguida vuelvo sobre los cortos pasitos que ella puede dar.
Pero es terriblemente cierto... todo cambió después de haber visto "Across the universe". Ahora si bien lo sufro, lo disfruto. ¿Acaso debo ponerme triste por tener a alguien que supo robarme los días? Cada día robado vale por dos.
Gracias.

Amanece Guido. Amanece..."